Todos sabemos que el limón es muy ácido por si solo, pero con su perfume bañamos cientos de platos y postres. Qué tal si intensificamos ese perfume y su presencia en diferentes platos?
La cocina árabe, siempre tan increíble y tan amante de olor y sabor, ha sabido darle ese potencial al limón, dejándonos un sabor especial y diferente en ciertos platos y tajines.
Me lo enseñaron de esta manera en Marruecos, y así os lo voy a mostrar.
Tiene infinidad de usos, pero con éste limón, yo condimento, platos como arroces, guisos y asados al horno, sobre todo con pollo, langostinos...
¿QUÉ NOS HACE FALTA?
- 3 botes de cristal esterilizados.
- 4-5 limones medianos, frescos, sin macas en su cascara.
- 1 paquete de hojas de laurel
- 1 bote de popurrí de pimientas (blanca, negra, roja y verde)
- Sal gruesa.
- Aceite de oliva virgen extra.
PROCEDEMOS...
- Esterilizar los botes y sus tapaderas. Esto es, hervirlos en agua, que los cubra, durante unos 45 minutos, sacarlos con pinzas sobre paños limpios, no tocarlos, y dejar que sequen.
- Lavar muy bien los limones, y cortarlos a rodajas de unos 7 mm, tampoco hay que medir las rodajas eh?, algo aproximado. Desechar el principio y el final del limón, sólo nos interesa las rodajas.
- Para mayor comodidad, nos ponemos delante el tarro de la sal, las hojas de laurel y un bol con las pimientas, y comenzamos a rellenar. Es tan fácil como el siguiente proceso:
1. Un puñadito de sal que cubra el fondo del bote.
2. Una hoja de laurel.
3. un puñadito pequeño de pimientas.
4. cubrir con rodaja/s de limón.
Y vuelta a empezar: sal, laurel, pimientas y limón.
Así hasta llenar el bote, terminando con la sal, el laurel y la pimienta. Apretar un poco, pero que no se exprima las rodajas.
Ahora sólo tenemos que llenar poco a poco el bote con aceite de oliva virgen extra, procurando que cale bien, que no queden burbujas de aire y llenar hasta el borde.
Importante que el cierre se mantenga limpio, si se ha manchado con aceite, pasarle una servilleta de pape con cuidado. Cerrar el bote, y ya está.
Ahora viene lo peor, y es que debemos guardar los botes en un lugar oscuro, sin corrientes de aire, durante dos meses al menos, y de vez en cuando hay que voltearlos un poco.
Pasados estos dos meses, ya estará listo para su uso, una vez abierto, sacar una rodaja escurrida y agregar a los sofritos o a los asados. Su aspecto ya no es el de una rodaja de limón fresco, pero no te preocupes, es asi, queda un poco blanduchito, pero una vez lo pongas en la cazuela, prácticamente desaparece la rodaja de limón. El resto debe mantenerse siempre por debajo de nivel del aceite,y refrigerado mejor.
Otro uso muy interesante es ese fantástico aceite aromatizado que hay en el bote. Si tienes intención de poner un filete de pollo o unos gambones a la plancha, no dudes en añadir un poco de este aceite, es una maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario